Entre las múltiples opciones que existen en el mercado, a la hora de comprar un andador, hay que tener en cuenta sus características, como la superficie sobre la que va a ser utilizado, altura de quien lo va a utilizar, necesidades para sentarse, maniobrabilidad en casa y en la calle…. La razón es sencilla, ya que los ancianos, adultos y mayores que poseen dificultades para andar, tienen necesidades diferentes y el andador se convierte en una ayuda indispensable, casi de subsistencia, a la hora de enfrentarse a la movilidad diaria.
La misión principal de un andador ortopédico es garantizar la seguridad, maniobrabilidad y una postura más ergonómica de quienes, por cualquier circunstancia, están obligados a usarlo. Una característica importante que debemos tener en cuenta es la calidad de los materiales con los que está fabricado el andador, si cuenta o no con una certificación de calidad de reconocimiento internacional y si tiene algún certificado de uso.